ADICCIÓN AL CELULAR EN ESTUDIANTES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTÍN Y LA UNIVERSIDAD CATÓLICA SAN PABLO - PDF Descargar libre (2024)

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1 ADICCIÓN AL CELULAR EN ESTUDIANTES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTÍN Y LA UNIVERSIDAD CATÓLICA SAN PABLO ADDICTION TO CELL PHONES IN STUDENTS FROM ST. AGUSTIN NATIONAL UNIVERSITY AND ST. PABLO CATHOLIC UNIVERSITY Conni Flores Toledo y Katherine Gamero Quequezana Psicólogas serumistas del Ministerio de Salud, egresadas de la Universidad Nacional de San Agustín, Arequipa, Perú Walter L. Arias Gallegos Profesor auxiliar y docente investigador de la Universidad Católica San Pablo, Arequipa, Perú Caroline Melgar Carrasco, Atena Sota Velásquez y Karla D. Ceballos Canaza Estudiantes de la Escuela Profesional de Psicología de la Universidad Católica San Pablo, Arequipa, Perú Correspondencia: Conni Flores Toledo Centro de Salud Puquina, Microred de Omate Ministerio de Salud, Ilo, Moquegua Correo electrónico: conni.flores@hotmail.com 11

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3 Rev. Psicol. (Arequipa. Univ. Catól. San Pablo) / Año 2015 / Vol 5 / N 2 / pp / ISSN ADICCIÓN AL CELULAR EN ESTUDIANTES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTÍN Y LA UNIVERSIDAD CATÓLICA SAN PABLO ADDICTION TO CELL PHONES IN STUDENTS FROM ST. AGUSTIN NATIONAL UNIVERSITY AND ST. PABLO CATHOLIC UNIVERSITY Conni Flores Toledo 1, Katherine Gamero Quequezana 1 Walter L. Arias Gallegos 2, Caroline Melgar Carrasco 2, Atena Sota Velásquez 2 y Karla D. Ceballos Canaza 2 1. Universidad Nacional de San Agustín, Arequipa, Perú 2. Universidad Católica San Pablo, Arequipa, Perú Resumen La presente investigación se llevó a cabo para comparar los puntajes de adicción al celular entre una muestra de 1400 estudiantes universitarios de dos casas de estudios superiores. Para ello se utilizó el Test de Adicción al Celular, en su versión adaptada para Arequipa, durante el segundo semestre del periodo académico del año Se compararon los puntajes totales y las tres dimensiones de la prueba en función del sexo y la universidad de procedencia, siendo una pública y otra privada. Los resultados indican que las mujeres puntúan más alto que los varones en Tolerancia y abstinencia, Abuso y dificultad para controlar el impulso, y en la puntuación total, pero el tamaño del efecto fue pequeño en todos los casos. Asimismo, los estudiantes universitarios de la universidad privada obtuvieron puntajes más altos en las tres dimensiones de la adicción al celular y la puntuación total, siendo el tamaño del efecto considerable en todos los casos, menos en la dimensión de Tolerancia y abstinencia. Este estudio ofrece nuevas luces en torno a la adicción al celular. Palabras clave: Adicción al celular, tolerancia, control de impulsos, uso problemático del celular. 13

4 Adicción al celular en estudiantes de la UNSA y la UCSP / Flores et al. Abstract The current investigation was made to compare the punctuation about cellphone addiction in a sample of 1400 students from two universities at Arequipa. We use the Cellphone Addiction Test (its version adapted to Arequipa) and compare the data between men and women, and considering the university where they study, being one public and the other one, private. The results indicate that women have higher scores than male students in Tolerance and abstinence, Abuse and difficult to control the impulse, and in total punctuation. In addition, university students from the private university have higher scores in three dimensions of cellphone addiction and its total punctuation, being the effect size considerable in every case, but in Tolerance and Abstinence. This study offers new evidence about cellphone addiction. Keywords: Cell phone addiction, tolerance, impulses control, problematic use of cellphone. Introducción La aparición de las nuevas tecnologías móviles, ha facilitado la comunicación entre las personas de todo el mundo, pero también ha producido cambios en todos los niveles de convivencia en la sociedad. En ese sentido, se observa de manera constante y muy extendida que las personas, especialmente los jóvenes, hacen un uso excesivo del celular y hasta de manera dependiente, ya sea por el uso de servicio de telefonía, el WhatsApp, mensajes de texto, Internet, funciones multimedia, etc. Ello ha generado una diversidad de estudios e investigaciones en todo el mundo que, recientemente, han comenzado a despertar el interés en nuestra ciudad. Este interés viene mediado por las consecuencias negativas que conlleva el uso excesivo del celular. Entre los que podemos mencionar a nivel físico, daños al cerebro y al oído, mientras que a nivel social se tiene la desconexión de la persona de su entorno físico por prestar atención al celular, lo cual afecta sus relaciones interpersonales. En esta categoría también se tiene el cyberbullying, que es cada vez más frecuente por celular (García & Fabila, 2014), aunque diversos estudios en el Perú (García, Orellana, Pomalaya, Yanac, Sotelo, Herrera, Sotelo, Chávez, García, Macazana, Orellana & Fernandini, 2010) y el extranjero (Buelga, Cava & Musitu, 2010) reportan que el cyberbullying es mayor por Internet que por celular. Sin embargo, esto viene cambiando, toda vez que a través del celular se puede acceder a Internet. Socialmente, también se advierten ciertas implicancias económicas, pues las personas tienden a renovar muy frecuentemente su equipo móvil a pesar de no ser una necesidad primaria, lo cual contribuye con el crecimiento de las redes de telefonía celular (Vargas-Hernández, 2014), en desmedro de la economía personal cuando los ingresos no permiten tener este estilo de vida. 14

5 Rev. Psicol. (Arequipa. Univ. Catól. San Pablo) / Año 2015 / Vol 5 / N 2 / pp / ISSN A nivel escolar, el plagio es facilitado por el uso de celulares que son también un elemento distractor de los quehaceres académicos (García y Fabila, 2014). En ese sentido, el uso del celular para enviar mensajes de texto breves (SMS) de manera telegráfica, está generando el olvido del uso correcto de la sintaxis y la morfología de las palabras, lo que se refleja en la pésima ortografía que tienen los estudiantes, y su escasa capacidad para comunicarse de manera formal con otras personas (Sánchez, 2011, 2012). Pero es a nivel psicológico, que se observan mayores efectos negativos en las personas, ya que la dependencia que genera afecta las demás esferas del comportamiento. Por ejemplo, un estudio sobre el uso del móvil en 2,486 adolescentes realizado por Chóliz, Villanueva y Chóliz (2009) reveló que es entre los 14 y 18 años que se perciben mayores síntomas de abstinencia cuando no podían usar el celular, además de interferencia con la realización de actividades cotidianas, dificultad para controlar el impulso de usar el celular, y problemas con familiares y profesores ocasionados por el uso excesivo del celular. También se ha señalado que hasta el 53% de usuarios de teléfonos celulares presenta síntomas de nomofobia, que es la fobia a quedarse sin celular por tiempo prolongado. Esta patología tecnológica consiste en tener miedo irracional a salir a la calle sin celular, olvidarlo, perderlo, que se descargue la batería o estar en una zona sin cobertura de red, pudiendo desencadenar conductas de agresividad, inestabilidad o dificultades de concentración (García & Fabila, 2014). También se ha reportado que el uso excesivo del celular se relaciona con problemas del sueño, estrés y síntomas de depresión (Forunati y Magnarelli, 2002). De hecho, se suelen reconocer varios síntomas similares a los de las adicciones a sustancias. Muñoz-Rivas y Agustín (2005), sostienen que los efectos psicológicos de la adicción al celular abarcan aislamiento de los demás y soledad, alteraciones de conducta y del estado de ánimo, comportamiento compulsivo, problemas de comunicación, problemas en el lenguaje y problemas emocionales. En los casos más graves, se puede llegar a robar y a mentir con tal de tener y usar un celular porque la adicción es tan severa que puede anular el autocontrol de las personas. En ese sentido, hoy se reconocen dos tipos de adicciones: las adicciones convencionales o de consumo de sustancias psicoactivas (SPA) como las drogas, los fármacos y el alcohol; y las adicciones no convencionales, también llamadas conductuales o tecnológicas. Adès y Lejoyeux (2003) mencionan que, dentro de las adicciones no convencionales, debemos incluir Internet, el sexo, el deporte, las compras, el trabajo y el dinero. Una revisión más reciente del tema, por parte de Salas (2014), agrega las adicciones tecnológicas, la adicción a los celulares y las adicciones a las redes sociales. El término adicciones tecnológicas fue acuñado por Griffiths (1995) y comprende Internet, los celulares, los videojuegos y cualquier aparato tecnológico, siempre que su uso sea dependiente, injustificado y desmedido; además, involucran la interacción hombre-máquina, y se dividen entre 15

6 Adicción al celular en estudiantes de la UNSA y la UCSP / Flores et al. pasivas (como la televisión) y activas (Internet, celular y videojuegos). En ese sentido, varios autores (Carbonell, Fúster, Chamarro & Oberst, 2012) se oponen a la designación de adicción al celular, por razones de corte clínico, psicométrico y social; aunque sí reconocen que su uso puede acarrear diversos problemas conductuales, sobre todo a los más jóvenes (Carbonell, Chamarro, Griffiths, Oberst, Cladellas y Talarn, 2012). La discusión sobre este tema que ha pasado de ser una simple moda a un trastorno psicológico, que más allá de ser considerado una adicción, merece la atención de los psicólogos a nivel clínico, científico y profesional. En ese sentido, las primeras valoraciones señalaban que la adicción a Internet es más prevalente que la adicción al celular (Sánchez-Carbonell, Beranuy, Castellana, Chamarro y Oberst, 2008), pero considerando que ahora los celulares tienen múltiples dispositivos y aplicaciones, como cámaras fotográficas y de video, juegos, mp3, Internet (con buena velocidad de conexión y de descarga), sonido polifónico, memoria, WhatsApp, buena resolución de pantalla, agenda, reloj, despertador, calculadora, melodías, y hasta un sistema interactivo como en el caso de los Smartphones; las cifras de adicción al celular se han incrementado mucho. Labrador y Villadangos (2010) reportaron recientemente que las puntuaciones de Internet son de 18,83% y las de celular son de 18,71%. Sin embargo, también es cierto que las cifras varían en función de los instrumentos utilizados, los países de procedencia de las investigaciones y los contextos socioculturales de los que provienen las muestras, así como a sus características demográficas. En el primer caso tenemos que, en los últimos años, se han venido diseñando y validando diversos instrumentos de medición de la adicción al celular para población hispanoparlante (Chóliz, 2012; Beranuy, Chamarro, Graner y Carbonell, 2009; López-Fernández, Honrubia-Serrano y Freixa-Blanxart, 2012). Por ejemplo, en Arequipa, recientemente hemos estandarizado el Test de Dependencia al Celular de Chóliz en una muestra de 1400 estudiantes de dos universidades de Arequipa (Gamero, Flores, Arias, Ceballos, Román y Marquina, 2015). Con respecto a los estudios globales sobre adicción al celular, este fenómeno se viene estudiando en países tan diversos como Estados Unidos, España, Japón, Holanda, Corea, Túnez, e Italia (Pedrero, Rodríguez y Ruíz, 2012). En Perú el tema está siendo recientemente investigado, y en nuestro medio, el primer estudio publicado sobre la adicción al celular, fue realizado por Morales (2012) con una muestra de 1,253 estudiantes universitarios de Arequipa; sin embargo, el instrumento utilizado fue una adaptación del Test de Adicción a Internet de Young que no contaba con criterios psicométricos apropiados. Los resultados indicaban que el 5.9% de la muestra cumplía los criterios de adicción. En ese sentido, las cifras en el mundo arrojan datos tan dispares que van desde 6% hasta el 66.4%, según el reporte de Sánchez-Carbonell, Beranuy, Castellana, Chamarro y Oberst (2008); mientras que 16

7 Rev. Psicol. (Arequipa. Univ. Catól. San Pablo) / Año 2015 / Vol 5 / N 2 / pp / ISSN el estudio de Pedrero et al. (2012) señala que la prevalencia es de 0 a 38%. En ambos casos se trata de estudios bibliométricos sobre la adicción al celular, que se han efectuado revisando bases de datos de corte académico. En lo que sí existe mayor consenso es en señalar que las edades de mayor riesgo son entre los 14 y los 20 años. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), para el año 2008 más del 98% de los jóvenes peruanos entre los 16 y los 24 años de edad usaba el celular de forma cotidiana. En ese sentido, es importante destacar algunas características culturales y demográficas asociadas al uso del celular. Por ejemplo, con respecto al sexo, se ha señalado que las mujeres puntúan más alto que los varones en adicción al celular (Chóliz & Villanueva, 2011), pero hay que resaltar que varones y mujeres tienen diferentes patrones de uso del celular. Por ejemplo, las mujeres envían más mensajes de texto y realizan llamadas telefónicas, los varones utilizan más las aplicaciones del celular relacionadas con el ocio y el entretenimiento (Chóliz, Villanueva & Chóliz, 2009). Un dato interesante es que el uso del celular se incrementa significativamente, tanto para varones como para mujeres, a partir de los 15 años (Chóliz & Villanueva, 2011). Esto quiere decir que las mujeres usan el celular más para comunicarse y los varones para distraerse, y que estas necesidades se hacen más patentes a partir de los 15 años, que es cuando los adolescentes empiezan a tener una vida social más activa. Por otro lado, aunque no se ha ahondado en los factores socioeconómicos, se sabe que tener celular y mantenerlo en uso de manera frecuente, acarrea gastos económicos importantes (Chóliz, Villanueva & Chóliz, 2009), por lo que podría suponerse que las personas con menos ingresos económicos presentan menos riesgos de tener adicción al celular. En ese sentido, el presente estudio pretende comparar las puntuaciones de adicción al celular en dos muestras de estudiantes universitarios, de modo que un grupo proviene de una universidad pública y otro de una universidad privada. También se analizarán los datos en función del sexo, de acuerdo con las dimensiones del instrumento utilizado. Este estudio, por tanto, es de tipo descriptivo comparativo y supone que los estudiantes de la universidad privada tendrán puntuaciones más altas en adicción al celular, en comparación con los que provienen de la universidad pública, así como las mujeres puntuarán más alto en comparación con los varones. Método Muestra Se trabajó con una muestra de 1,400 estudiantes universitarios, de los cuales 1,044 provenían de la Universidad Nacional San Agustín y 356 de la Universidad Católica San Pablo. Las edades de los estudiantes fluctúan entre los 16 y los 33 años, con una media de 20.7 años y una desviación estándar de ±2.65. El 50.14% de la muestra está conformada por varones y el 49.86% por mujeres. Los datos de la distribución por áreas o carreras, se muestra en las Tablas 1 y 2. 17

8 Adicción al celular en estudiantes de la UNSA y la UCSP / Flores et al. Tabla 1. Distribución de la muestra de la UNSA UNSA Población Muestra Área de Sociales 13, Área de Ingenierías 10, Área de Biomédicas 2, TOTAL 26, Asimismo, el tamaño de la muestra se calculó por medio de una fórmula (Hernández, Fernández & Baptista, 2003), mientras que la selección de la muestra se hizo a través de la técnica de muestreo por cuotas en ambas universidades. Tabla 2. Distribución de la muestra de la Universidad Católica San Pablo UCSP Población Muestra Facultad de Derecho 1, Facultad de Ingeniería y Computación 2, Facultad de Ciencias Humanas Facultad de Ciencias Económico Administrativas 1, TOTAL 6, Instrumentos Se utilizó como instrumento de investigación el Test de Dependencia al Móvil (TDM), que fue estandarizado en Arequipa por Gamero, Flores, Arias, Ceballos, Román y Marquina (2015), a partir de la versión original de Mariano Chóliz (2012). La versión estandarizada cuenta con tres factores a diferencia de la versión original que tiene cuatro. Nuestra versión consta de tres factores que explican el 48% de la varianza total y que han sido obtenidos por medio de análisis factoriales de tipo exploratorio y confirmatorio. Los factores hallados son: Tolerancia y abstinencia, Abuso y dificultad para controlar el impulso y Problemas ocasionados por el uso excesivo. Procedimientos Todas las evaluaciones a los estudiantes se realizaron en las instalaciones de las respectivas universidades, a las cuales se accedió por medio de permisos consentidos por las autoridades. La recolección de datos se realizó en diversos horarios de estudio, durante los turnos mañana, tarde y noche, correspondientes al periodo académico Resultados Dados los objetivos de nuestro estudio, para el análisis de los datos se realizaron comparaciones mediante la prueba paramétrica t de Student. Además se valoró el tamaño del efecto mediante la prueba d de Cohen. Se analizaron las diferencias de la adicción al celular y sus tres dimensiones, en función del sexo de los estudiantes y el tipo de universidad de la que proceden, sea esta pública o privada. 18

9 Rev. Psicol. (Arequipa. Univ. Catól. San Pablo) / Año 2015 / Vol 5 / N 2 / pp / ISSN Tabla 3. Diferencias en adicción al celular según el sexo de los estudiantes Dimensiones Sexo N Media Desviación típica t gl Sig. (bilateral) d F1: Tolerancia y abstinencia F2: Abuso y dificultad para controlar el impulso F3: Problemas ocasionados por el uso Puntaje Total Varón ,69 9,481 Mujer ,84 11,053 Varón 702 9,97 5,411 Mujer ,13 6,488 Varón 702 2,62 2,581 Mujer 698 2,53 2,621 Varón ,27 15,221 Mujer ,49 17,982-3, ,000 0,21-3, ,000 0,19, , , ,000 0,19 En lo que se refiere al sexo, según puede observarse en la Tabla 3, las mujeres presentaron puntuaciones más elevadas que los hombres en el primer (t= -3,902; p <0,05) y segundo factor (t= -3,648, p <0,05) y en la puntuación total (t= -3,616; p <0,05). Estas diferencias fueron estadísticamente significativas en todos los factores, pero el tamaño del efecto fue pequeño en todos los casos. Tabla 4. Diferencias en adicción al celular por universidad de procedencia Desviación típica Pública ,82 10,196 Privada ,64 10,287 Pública ,89 5,855 Privada ,56 5,991 Pública ,29 2,412 Privada 356 3,45 2,944 Pública ,99 16,196 Privada ,65 17,019 Dimensiones Gestión N Media F1: Tolerancia y abstinencia F2: Abuso y dificultad para controlar el impulso F3: Problemas ocasionados por el uso Puntaje Total t gl Sig. (bilateral) -6, ,000 0,37-7, ,000 0,45-7, ,000 d 0,45-7, , Respecto a las diferencias entre los alumnos de universidades públicas y privadas puede observarse en la Tabla 4 que, en todas las dimensiones del Test de Adicción al Celular, los alumnos de la universidad privada presentaron puntuaciones más elevadas que los alumnos de universidad pública: en el primer factor (t= -6,041; p <0,05), en el segundo factor (t= -7,300, p <0,05), en el tercer factor (t= -7,290, p <0,05) y en la puntuación total (t= -7,524; p <0,05). Estas diferencias fueron estadísticamente significativas en todos los factores. Asimismo, el tamaño del efecto fue mediano en todos los casos, menos en el primer factor (d= 0,37) que fue pequeño. 19

10 Adicción al celular en estudiantes de la UNSA y la UCSP / Flores et al. Discusión La sociedad actual se establece en un mundo que cambia constantemente, y en esta época de transformaciones las tecnologías como Internet, los celulares y los videojuegos ocupan un espacio importante en el proceso de socialización de las personas, impactando en sus estilos de vida, sus actitudes, conductas, hábitos, etc. (Castellana, Sánchez-Carbonell, Graner & Beranuy, 2007); por lo tanto la psicología, como ciencia y como profesión, no puede permanecer ajena a esta situación (Saldaña, 2001). El uso indiscriminado de estas tecnologías, de parte de los jóvenes, ha generado un debate muy intenso en torno a su consideración como fenómenos adictivos, modas o trastornos mentales (Lorente, 2002; Criado, 2005; Sánchez-Carbonell, Beranuy, Castellana, Chamarro & Oberst, 2008; Oliva, Hidalgo, Moreno, Jiménez, Jiménez, Antolín & Ramos, 2012). Sin embargo, la perspectiva más prudente es considerarlos como adicciones comportamentales, psicológicas o no convencionales, como un conjunto de conductas que inicialmente son placenteras pero que terminan siendo adictivas (Becoña, 2001; Alonso-Fernández, 2003). El adicto desarrolla una fuerte dependencia psicológica hacia ellas, actuando en forma compulsiva y perdiendo interés por otras actividades que anteriormente habían sido gratificantes (Castellana, Sánchez-Carbonell, Graner & Beranuy, 2007). Vista así, la adicción al celular consistiría en un fracaso crónico y progresivo en resistir el impulso de realizar llamadas, enviar mensajes de texto, juegos y, en general, todo tipo de uso de funciones del celular tales como acceso a Internet, cámara de fotos, de video, mp3, escuchar música, etc., a pesar de las consecuencias negativas que ello conlleva para la vida de la persona (Muñoz-Rivas & Agustín, 2005). El estudio de las adicciones conductuales es un fenómeno emergente por varias razones. En primer lugar, existe un interés creciente por contemplar muchas conductas como adictivas, estas conductas pueden ser tan diversas como las compras, el trabajo, el sexo y el juego de apuestas (Alonso-Fernández, 2003; Salas, 2014). En segundo lugar, llegar a comprender las características de las adicciones conductuales puede ayudarnos a comprender mejor las adicciones químicas (Bononato, 2005). Y, en tercer lugar, la revolución tecnológica plantea un periodo de adaptación a las TICs que pueden abarcar la aparición de trastornos o desadaptaciones psicológicas más o menos permanentes. En el aspecto económico, el adicto al celular gasta en forma exagerada con el único propósito de estar comunicado y poder realizar llamadas o enviar mensajes llegando incluso a robar o mentir para conseguir el dinero. En el ámbito familiar, el adicto al celular presenta problemas en su hogar pues el uso exagerado del aparato genera discusiones y pleitos pudiendo llegar incluso a la ruptura matrimonial o alejamiento familiar. El adicto al celular se puede ver perjudicado en su ambiente laboral o de trabajo, esto 20

11 Rev. Psicol. (Arequipa. Univ. Catól. San Pablo) / Año 2015 / Vol 5 / N 2 / pp / ISSN por utilizar de forma excesiva el artefacto, provocando pérdida de tiempo y baja productividad laboral. En el aspecto académico, el adicto al celular presenta problemas de baja atención y concentración y disminución en su rendimiento académico. En cuanto a lo personal, el uso exagerado del celular puede generar angustia, desesperación, inseguridad, afectando emocional y físicamente al usuario (Morales, 2012). En ese sentido, frente a las personas que utilizan de una forma adecuada el celular, los adictos al celular presentan un estado de alerta o vigilia permanente y constante ante cualquier señal que provenga de su aparato que provoca la necesidad casi compulsiva e incontrolada de consultar el teléfono constantemente. Pareciera que necesitan dedicar cada vez más tiempo al celular, lo cual hace alusión a la Tolerancia. Estudios recientes en adictos que dejan de usar sus celulares, han descrito lo que podría considerarse como un síndrome de Abstinencia psicológica y física. Dicho síndrome se caracteriza por síntomas concretos de desesperación, angustia, ansiedad, nerviosismo, irritabilidad, bajo nivel de atención a otros temas, palpitaciones y sudores cuando olvidan o no tienen a la mano el celular, cuando se quedan sin batería o cobertura o cuando se quedan sin saldo para poder efectuar llamadas o mensajes de texto; en conclusión, cuando dejan de utilizarlo, y estas manifestaciones desaparecen cuando se restablece el uso del teléfono móvil (Muñoz-Rivas & Agustín, 2005). En nuestro estudio, por ejemplo, evidenciamos que las mujeres puntúan más alto que los varones en Tolerancia y abstinencia, Abuso y dificultad para controlar el impulso y en la puntuación total, pero el tamaño del efecto fue pequeño en todos los casos, por lo que se puede decir que las mujeres se encuentran más proclives a tener un uso problemático del celular. Asimismo, los estudiantes universitarios de la universidad privada obtuvieron puntajes más altos en las tres dimensiones de la Adicción al celular y la puntuación total, siendo el tamaño del efecto considerable en todos los casos, menos en la dimensión de Tolerancia y abstinencia. Esto quiere decir dos cosas; primero, que no se trataría de una población con significancia clínica, sino más bien con uso problemático del celular, como varios especialistas prefieren denominar a la adicción al celular (Carbonell, Chamarro, Griffiths, Oberst, Cladellas & Talarn, 2012). Por otro lado, la condición económica puede ser un factor mediador en el consumo exagerado, indiscriminado, problemático o adictivo del celular. Esto debe analizarse con mayor profundidad en estudios posteriores. Pero qué hace que los jóvenes se sientan tan atraídos por este aparato? En primer lugar, su portabilidad, que lo convierte en un accesorio que puede acompañar a la persona a diversos lugares. Por otro lado, aunque es un dispositivo de comunicación como el teléfono convencional, el gran avance tecnológico en la telefonía celular ha permitido una mejora, tanto en el diseño de los celulares (su peso, grosor, pantalla, color, etc.), como en 21

12 Adicción al celular en estudiantes de la UNSA y la UCSP / Flores et al. la innovación de accesorios disponibles para cada celular en particular. Por ejemplo: handsfree, radio, juegos, Internet, WhatsApp, memoria, mp3, etc. (Barrio, 2014). Por último, el teléfono celular no es solo un dispositivo técnico, sino que también es un objeto personal y social sometido a la influencia de la moda. En ese sentido, para los jóvenes es, incluso, un determinante de la identidad individual y grupal. Una investigación realizada en España nos menciona que la principal motivación para que los jóvenes usaran las nuevas tecnologías de la información era la interconexión, es decir, que adoptan las tecnologías como medios que les permite desarrollar un sentido de pertenencia, de autoexpresión y personalización (Pedrero, Rodríguez & Ruiz, 2012). En ese sentido, el teléfono celular puede llegar a generar modificaciones del estado de ánimo, ansiedad, sentimiento de inseguridad invalidante, miedo a salir sin él, tener que volver por él si se olvida y/o no ser capaz de hacer nada sin el teléfono móvil (Criado, 2005). Morales (2012) también afirmó que las personas pueden llegar a deprimirse cuando, por cualquier circunstancia, se ven privados del uso del teléfono móvil durante algún tiempo. Los adictos pueden llegar a priorizar la comunicación mediada por el teléfono celular de tal forma que se alteran sus relaciones sociales, llegando a estar más pendientes de las relaciones telefónicas que de las personales (Ades & Lejoyeux, 2003), al punto que la conexión permanente los convierte en «esclavos» y afecta su vida en diversas esferas de la convivencia humana, ya que la adicción al celular orilla a las personas a no respetar los lugares en los que se encuentran (Lorente, 2002). Así pues, el contestar el celular puede actuar como un reforzador negativo, pues permite evitar todos estos síntomas. En ese sentido, la tecnología puede asumir el mismo rol que las adicciones químicas. Por otro lado, ya que los jóvenes han aceptado el celular como un símbolo de estatus social (Forunati & Magnanelli, 2002), también puede ser un reforzador positivo. Otro mecanismo que explicaría el uso indiscriminado del celular en el caso de los jóvenes es que, dada su edad, aún no tienen un control completo de sus impulsos, y son más fácilmente influenciables por las campañas publicitarias y comerciales. Es decir, la influencia social sumada a la inmadurez propia de la edad adolescente y la juventud temprana, puede tener un efecto combinado. En todo caso, la adicción al celular es un problema psicológico, educativo, cultural, social y económico; que merece ser atendido en nuestra localidad con mayor contundencia, a través de su difusión en los medios de comunicación, su abordaje clínico a cargo de profesionales debidamente instruidos y con investigaciones que nos ayuden a comprender mejor este fenómeno de alcance global. 22

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14 Adicción al celular en estudiantes de la UNSA y la UCSP / Flores et al. Chóliz, M.; Villanueva, V. & Chóliz, M. C. (2009). Ellas, ellos y su móvil: Uso, abuso ( y dependencia?) del teléfono móvil en la adolescencia. Revista Española de Drogodependencias, 34(1), Criado, M. A. (2005). Enfermos del móvil. Recuperado el 6 de mayo de 2007 de: ariadna/2005/218/ html Gamero, K.; Flores, C.; Arias, W. L.; Ceballos, K. D.; Román, A. & Marquina, E. (2015). Estandarización del Test de Dependencia al Celular para una muestra de estudiantes universitarios de Arequipa. Persona (artículo sometido a revisión). García, L.; Orellana, O.; Pomalaya, R.; Yanac, E.; Sotelo, L.; Herrera, E.; Sotelo, N.; Chávez, H.; García, N.; Macazana, D.; Orellana, D. & Fernandini, P. (2010). Cyberbullying en escolares de educación secundaria de Lima Metropolitana. Revista de Investigación en Psicología, 13(2), García, V. & Fabila, A. M. (2014). Nomofilia vs. nomofobia. Irrupción del teléfono móvil en las dimensiones de vida de los jóvenes. Un tema pendiente para los estudios en comunicación. Razón y Palabra, 86(2), descargado el 5 de junio de 2014 de: Griffiths, M. D. (1995). Technological addictions. Clinical Psychology Forum, 76, Forunati, L. & Magnanelli, A. M. (2002). El teléfono móvil de los jóvenes. Estudios de Juventud, 57(2), Hernández, R.; Fernández, C. & Baptista, P. (2003). Metodología de la investigación. (3ra. Edición). México D.F.: McGraw-Hill. Labrador, F. J. & Villadangos, S. M. (2010). Menores y nuevas tecnologías: Conductas indicadoras de posible problema de adicción. Psicothema, 22(2), López-Fernández, O.; Honrubia-Serrano, M. L. & Freixa-Blanxart, M. (2012). Adaptación española del Mobile Phone Problem Use Scale para población adolescente. Adicciones, 2012, 24(2), Lorente, S. (2002). Juventud y teléfonos móviles: algo más que una moda. Estudios de Juventud, 57(2), Morales, L. F. (2012). Adicción al teléfono móvil o celular. Revista de Psicología de Arequipa, 2(1),

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ADICCIÓN AL CELULAR EN ESTUDIANTES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTÍN Y LA UNIVERSIDAD CATÓLICA SAN PABLO - PDF Descargar libre (2024)

FAQs

¿Qué es la adicción al uso del celular? ›

La adicción al móvil es una dependencia excesiva y poco saludable a los smartphone o teléfonos móviles en sentido general. La persona encuentra placer en un comportamiento repetitivo vinculado al móvil, ya sea revisando constantemente las redes sociales, enviando mensajes, realizando llamadas o jugando.

¿Cómo afecta a los estudiantes la nomofobia? ›

Los resultados indican que los adolescentes están presentando problemas conductuales, pasan muchas horas en el celular y esto está perjudicando el rendimiento académico de los estudiantes; la depresión, ansiedad y la mala alimentación se ven relacionadas con la nomofobia.

¿Qué enfermedad produce la adicción al celular? ›

Esto ha llevado a que muchas personas hayan desarrollado problemas de dependencia y adicción. Es lo que se conoce como nomofobia. El término nomofobia procede del inglés “no-mobile-phone-phobia” e implica ese miedo irracional a estar sin nuestros teléfonos móviles.

¿Por qué los jóvenes se vuelven adictos al celular? ›

El uso del móvil se vuelve adicción cuando la conducta es irreprimible, incontrolable y abusiva, llegando a desplazar otras actividades por el uso del móvil. Los adolescentes son más propensos a la adicción al móvil gracias a su carácter inmaduro, inseguridad, inestabilidad emocional y dificultades para comunicarse.

¿Qué consecuencia trae el mal uso del celular en los estudiantes? ›

El abuso de la herramienta tecnológica tiene un efecto negativo en su salud: más propensión a sufrir ansiedad, depresión y desórdenes psicológicos. Junto a la falta de empatía.

¿Cómo afecta el cerebro la nomofobia? ›

Una de las principales y más problemáticas es la nomofobia. La nomofobia, además, ha demostrado que puede causar el desarrollo de otros trastornos mentales o de personalidad, así como problemas de autoestima, afectando gravemente a la felicidad de las personas, especialmente en la población más joven.

¿Cuántas personas en Estados Unidos tienen nomofobia? ›

Según un estudio, cuyo objetivo era revisar las estadísticas mundiales sobre la prevalencia de la fobia, aproximadamente el 21% de la población adulta sufre de nomofobia grave y alrededor del 71% de la población tiene nomofobia moderada .

¿Qué significa ser adicto a tu teléfono? ›

La adicción al teléfono es el uso obsesivo de un teléfono inteligente . Esta adicción conductual a menudo se denomina “nomofobia” o miedo a quedarse sin un dispositivo móvil. Hay más de 3.800 millones de usuarios de teléfonos inteligentes en el mundo.

¿Cómo se le llama a la persona adicta al celular? ›

El phubbing es ignorar a una persona por prestar atención al teléfono celular. Es una combinación de las palabras en inglés phone (teléfono) y snubbing (hacer un desprecio).

¿Qué daño puede causar el uso excesivo del celular? ›

Los padecimientos por el uso excesivo del móvil son muy variados, entre ellos podemos encontrar problemas de audición, dolor en las manos o tendinitis, dolor en cuello y dolores de cabeza relacionados con las tensiones en el cuello provocados por mala postura a la hora de mirar la pantalla del celular.

¿Qué es la adicción resumen? ›

​ Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) una adicción es una enfermedad física y psicoemocional que crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación. Se caracteriza por un conjunto de signos y síntomas en los que se involucran factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales.

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